Es
raro, cuando voy por la calle no me puedo concentrar, es mas en ocasiones me
detengo por un instante y pregunto, para dónde voy? Hato cabos y después de
hacerme el pendejo, recuerdo hacia dónde dirigirme, veo el reloj y madre, voy
20 minutos tarde, pero igual estamos en Colombia así que no es nada extraño, de
seguro alguien llegara aún mas tarde.
Cuando
voy solo por la calle, la situación no es tan compleja, porque tengo plena
libertad de ver a mí alrededor sin sentirme juzgado por nadie, es lo mejor de
esta vida deleitarse con el paisaje femenino que deambula de un lado para otro
sin sentirse observado. Caso extraño, cuando salgo con mi señora, trato de
tomarla de la mano y concentrarme solo en ella, porque además es una mujer muy
bella pero no falta el mirón.
Hasta
ahí todo normal, pero en un pequeño pestañeo, veo venir una de esas mujeres que
desconcentran hasta al Dalai Lama, y claro me entra la impaciencia porque
quiero ver un poquito más, y ese maldito inconsciente que me dice que mujer tan
buena, mis pensamientos vuelan, la veo desnuda, la veo perfecta y mi señora
sigue mirando desentendida como si nada pasara, solo que después me dice casi
se le van los ojos, entonces activo todas mis defensas, con respuestas como,
cual, en donde, tu sabes que amanecí un poquito torcido el cuello pero ya, además
estaba viendo un vestido súper elegante y pensé como te quedaría. Excusas que
al final no sirven de nada, porque igual ellas saben lo que uno hace sin
necesidad de ver, lo que no entiendo es porque no comprende que es el instinto
el que las traiciona y no nosotros, o porque no pelean con nuestro instinto,
porque saben que no pueden y si no pueden ellas, menos nosotros vamos a poder
dominar nuestro instinto.
Claro
que ellas también les gusta observar, con el agravante que si uno pregunta
algo, lo que viene a continuación es una verdadera humillación, con respuestas
como claro, es que el mide como 190 y yo apenas alcanzó los 160, mire ese
cuerpazo que se gasta, y yo parezco deportado de Somalia, y mire esos ojos
Azules, y los míos todos llenos de cataratas, y esa cola que se gasta, y la mía
que ni yo la puedo coger porque no tengo nada, en conclusión, hay que hacerse
el fuerte y no preguntar nada si no quiere ser humillado.
Pero
qué pasa si yo soy el que opino algo sobre aquella hembra que acaba de pasar,
como, si ve ese par de montañas, o tiene más patas que una mesa, o esa sonrisa
tan expresiva, entonces contestan hash y es que no es usted el que me tiene así,
claro, ahora como ya le entregue todo entonces ya no le sirvo, pues entonces consígase
una vagamunda que le lave, que le planche y que tenga que dormir todas las
noches con esos ronquidos de marrano degollado, entonces quien termina siendo
el malo, pues uno.
En
conclusión no peleen con las mujeres, no sé porque les queda difícil entender
que en esta vida, el Jefe, los Policías, el profesor y las mujeres, siempre
tienen la Razón, aprenda a ser como perrito de taxista, solo mueve la cabeza y
ya, no te expongas porque siempre, siempre saldrás perdiendo, no importa el número
de pruebas que tenga para demostrar lo contrario, al final será condenado.
super juan! otra forma de expresión, sigue así.
ResponderEliminarGracias, ayudame a divulgar mi blog
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